Pasos de un proyecto SLM
1. RECEPCIÓN DEL MODELO CAD
Para poder estudiar el proyecto, necesitamos toda la información posible sobre la pieza que necesitas rediseñar y/o fabricar.
En primer lugar, evaluamos el modelo CAD de la pieza, preferiblemente en formato .step o .stl. Si, además, podemos ver parte de su ensamblaje en el conjunto, entenderemos mejor su funcionalidad y daremos una solución más óptima para la pieza.
La tecnología SLM ofrece una tolerancia dimensional media de +/-0,2 mm y una rugosidad aproximada entre 6 y 10 Ra. Si la pieza tiene requerimientos más restrictivos, estos deben indicarse mediante un plano de diseño. Para conseguir estas tolerancias restrictivas será necesario realizar operaciones de post-procesado (mecanizado, pulido, etc.).
Los factores clave del proceso son:
- Caras vistas de la pieza (donde mejor rugosidad estética se necesita).
- Material de fabricación.
- Cantidad de piezas o lote mínimo del proyecto.
- Acabado requerido (si aplica).
2. DISEÑO PARA FABRICACIÓN ADITIVA
A la hora de preparar el modelo para la fabricación ofrecemos diferentes posibilidades de diseño según la necesidad:
A) Fabricación directa del modelo recibido.
B) Realizar pequeñas modificaciones para mejorar la fabricación de la pieza:
C) Diseñar de cero para optimizar la fabricación aditiva, reducir el coste y mejorar la funcionalidad:
3. ORIENTACIÓN, SOPORTE Y DISTRIBUCIÓN
Una vez obtenido el diseño final, se realiza el posicionamiento de las piezas en máquina mediante el software correspondiente.
La orientación de fabricación define los post-procesos y el coste final de la pieza.
Dependiendo de esta, se colocarán las estructuras de soporte en las zonas necesarias.
Se distribuyen las piezas en la placa y se eligen los parámetros óptimos para el material elegido. De esta forma se obtienen los datos de fabricación (tiempo, volumen, etc.).
4. FABRICACIÓN ADITIVA
Acabada la fabricación, se separan las piezas de la placa y se retiran los soportes.
Por último, se realiza un proceso de chorreado para limpiar la pieza y mejorar la rugosidad.
5. POST-PROCESOS y ACABADOS
Dependiendo de las necesidades dimensionales, funcionales o estéticas de la pieza, es posible realizar distintos post-procesos.
Para conseguir las tolerancias más restrictivas es necesario realizar una operación de mecanizado.
Para mejorar la rugosidad, se realizan distintos procesos de pulido: manual, vibrado, electro-pulido, etc.
También es posible realizar diferentes acabados estéticos y funcionales: pintado, cromado, pavonado, etc.
6. ENTREGA FINAL
Después de realizar los controles de calidad correspondientes, las piezas son enviadas al cliente.
Si tienes dudas sobre el proceso de fabricación puedes ir al apartado de preguntas frecuentes (FAQ) o consultarnos directamente.